Había un granjero que tenia una vaca color café y una vaca blanca y quería que tuvieran crías. Entonces, pidió prestado a un vecino su toro semental para que las preñara y lo soltó libremente en el corral junto con las vacas. Luego le dijo a su hijito de ocho años que le avisara cuando el toro hubiera terminado.
"OK papa" dijo el niño. Después de un tiempo, el niño entra a la sala donde su papa y su mama charlaban con algunos amigos, "¡Papa, papa, el toro ya se folló a la vaca café!".
El papa muy avergonzado salió con el niño fuera de la habitación pidiendo disculpas a sus invitados. Ya estando fuera le dijo a su hijo: "Hijo, no debes usar ese lenguaje enfrente de las visitas. Mejor puedes decir 'el toro sorprendió a la vaca café'. ¿OK? Ahora ve afuera y avísame cuando el toro sorprenda a la vaca blanca"
El papa regresó a la sala. Después de un rato el niño entro corriendo y gritando "Papa, papa..."
"Sí, hijo. ¿Sorprendió el toro a la vaca blanca?"
" ¡Y vaya que la sorprendió, porque se volvió a follar a la café!"
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